sábado, 5 de noviembre de 2016

NACIMIENTO DE ESTADOS UNIDOS

Las colonias americanas proclaman su independencia
Nacimiento de Estados Unidos
El 4 de Julio  de 1776, el Congreso continental, formado por delegados de trece colonias británicas de América del Norte y reunido desde 1775 en Filadelfia, proclama la Independencia de Estados Unidos.

Aunque la responsabilidad del texto incumbe oficialmente a un comité formado por John Adams de Massachusetts, Benjamín Franklin de Pensilvania, Robert Livingston de Nueva York, Roger Sherman de Connecticut y Thomas Jefferson de Virginia, fue este último quién redactó la esencia. Al proclamar que "todos los hombres son creados iguales" y que están dotados de "ciertos derechos inalienables, como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad" para cuya defensa el pueblo tiene el derecho de derecho de derribar a un gobierno que los haya puesto en peligro, la Declaración de Independencia de Estados Unidos contiene una lista de quejas de los colonos respecto a la metrópoli y al rey Jorge III, acusado de maquinaciones tiránicas y despóticas.
La Declaración de Independencia es la consecuencia de varios años de disputas entre los colonos y el gobierno de Londres. Desde el Tratado de París de 1763 y el abandono de Canadá por Francia, la paz reina en America del Norte, y las colonias desean aprovechar ese contexto favorable para alejarse de la metrópoli, mientras que, al contrario, Londres proyecta reforzar su autoridad. Las trece colonias y la metrópoli se oponen económica, polítia y culturalmente.

Intereses económicos opuestos
En efecto, los intereses económicos de unos y otros son a menudo opuestos y los intentos de Londres por controlar la economía de sus colonias provocan la irritación de los colonos que se consideran a veces explotados por Londres. Los mercaderes y negociantes son víctimas del principio de la exclusividad, que los limita a comerciar únicamente con la metrópoli, mientras que los intercambios con las Antillas -el comercio  de las Indias Occidentales -es la base de la economía comercial de Nueva Inglaterra. Los propietarios de plantaciones sureños están sometidos a las  decisionoes de las grandes casas de comercio londinenses, que deciden prácticamente el curos de las materias primas. Así los precios de compra del tabaco son exageradamente bajos, mientras que los precios de venta del tabaco son exageradamente bajos, mientras que los precios de venta de productos manufacturados son elevados de forma artificial. Mientras numerosos colonos desean obtener nuevas tierra, Londres quiere controlar estrictamente la colonización del Oeste e impedir las especulaciones a las que se libran muchos colonos, incluido, por ejemplo, Benjamín Franklin.


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